19/10/15

Father's Love

Hola Hola :D
Este es el mes del YokoMaru (bueno, por los colores naranja y negro) así que ya la historia de ellos dentro del fic se va a concretar un poco más, así que espero que les guste este capítulo, muchas gracias por sus comentario y también aprovecho para explicarles alguito a las que no están muy familiarizadas con Yokoyama You de Kanjani8, pues resulta y pasa que el verdadero nombre de él es Yokoyama Kimitaka, el You es su nombre artístico (?), bueno, ya entenderán cuando lean el capi a lo que me refiero y como siempre este fic va de dedicado a mi Mari y también para mi queridísima Shizuka, muchas gracias...


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan

Capítulo 14

*Maruyama Ryuhei*

Escucho el fuerte sonido de la puerta al cerrarse, de seguro mi hijo ya llegó a casa, así que dejo los exámenes que estoy calificando en el escritorio y salgo de mi habitación para ir a recibir a mi hijo, pero oh sorpresa…

- ¿Pero qué está pasando aquí? ¿Quién eres tú y que le estás haciendo a mi hijo? – Pregunto entre sorprendido y molesto y cómo no estarlo si veo a un chico devorándose a besos a mi inocente hijo, así que rápidamente me dirijo hacia ellos y de un tirón quito a ese chico de encima de Daiki.

- Pa… Papá… pensé que no estabas – dice apenado, levantándose del sofá.

- ¿Y éste quién es? – Digo soltando al joven que me mira asustado y lo miro con detenimiento, tiene un aire bastante familiar para mí.

- Papá… por favor, no te vayas a enojar conmigo…

- Habla de una vez – digo molesto, ya me hago a una idea de lo que está sucediendo, pero me cuesta admitirlo, todo esto me trae malos recuerdos.

- Papá, él es Kei, el chico del que tanto te hablaba y pues por lo que acabas de ver, ahora él es mi novio – dice totalmente sonrojado.

- ¿Novio? ¿Desde cuándo son novios?

- Desde hace un mes – dice el otro chico.

- ¿Un mes? ¿Y cuándo pensabas decírmelo Daiki?

- No te lo había dicho porque sabía muy bien que reaccionarías de esta manera – dice temeroso.

- Muy bien – digo para después suspirar – tomen asiento – digo viendo como ambos se van a sentar sobre el sofá – tú siéntate en aquel otro mueble – le digo a ese tal Kei.

- Sí, señor – dice tímidamente sentándose en donde le indiqué, mientras que yo me siento junto con mi hijo en el sofá.

- Habla tu primero – le digo al chico sentado al frente de nosotros.

- Maruyama-san, mi nombre es Yokoyama Kei y soy el novio de su hijo – dice inclinando un poco su cabeza, pero ¿es qué acaso ese apellido me va a perseguir toda la vida?

- Papá ¿estás bien? – Pregunta Daiki preocupado.

- Sí, no te preocupes – sonrío – es solo que tengo un alumno con ese apellido y en verdad no pensé que fuera tan común.

- ¿Te refieres a Keito-kun? – dice Daiki sonriente.

- ¿Cómo sabes de él? – Pregunto, ya que anteriormente no le he dicho el nombre de mi alumno a mi hijo.

- Pues verás, él es hermano de Kei – dice Daiki sin borrar la sonrisa de su rostro.

- ¿Son hermanos? – Pregunto totalmente sorprendido, tanta casualidad me parece abrumadora - ¿cómo se llama tu Padre? – Pregunto sin titubear, esperando que no dijera ese nombre que con tanto esfuerzo he querido olvidar.

- Se llama You, Yokoyama You – dice sonriente y siento como un peso se me quita de encima, sintiendo de inmediato una tranquilidad que hacía mucho no sentía, no es él, definitivamente no es él.

- ¿Qué intenciones tienes con mi hijo? – Pregunto volviendo al tema principal de la conversación, ya al menos por ese lado no tengo de que preocuparme.

- Pues… verás… Maruyama-san, yo amo a Dai-chan desde el primer momento en que lo vi y créeme que lo que más quiero en este mundo es estar a su lado, velar por su bienestar y hacerlo muy feliz, además, él es la primera pareja que tengo, así que lo que siento por él va muy en serio – dice con determinación.

- Cuando uno es joven e inexperto, todo le parece fácil, hasta el pensar que un amor va a durar toda la vida.

- Maruyama-san, lo que siento por su hijo es verdadero y sé que él también siente lo mismo por mí.

- Si Papá, sé que es muy pronto para que diga esto, pero yo lo amo de verdad y no creo sentir por nadie más lo que siento por él, es algo mágico – dice Daiki con sus mejillas totalmente sonrojadas, jamás pensé verlo así, miro al chico frente a mí y noto en su mirada total sinceridad, pero aun así tengo temor de que mi hijo sufra.

- Está bien, acepto su relación.

- Gracias Papá – dice Daiki abrazándome con fuerza.

- Muchas gracias Maruyama-san, cuidaré muy bien de su hijo.

- Eso espero, pero una cosita más.

- ¿Si? – Dicen ambos al unísono.

- No quiero volverlos a encontrar de la manera en la que los vi hoy ¿es qué la juventud de ahora no tiene vergüenza?

- Lo sentimos – dicen nuevamente ambos.

- Pero tampoco íbamos a hacer lo que piensas, solo eran unos besitos – dice Daiki apenado.

- Pues de beso en beso se va llegando a eso – digo viendo como desvían la mirada sonrojados – Daiki, ve a preparar la cena, tu novio cenará hoy con nosotros.

- En verdad no creo que sea necesario…

- Tú cenas con nosotros y punto, todavía hay cosas que tengo que preguntarte, no pienso darle a mi hijo a cualquier aparecido.

- Si señor – dice temeroso, no quiero que piense que soy un monstruo, pero es necesario hacerlo.

Mientras Daiki fue a la cocina a preparar la cena, me quedé en la sala de estar conversando con su novio y al estar ya lista la cena y servida en la mesa nos disponemos a comer, viendo la cara llena de felicidad de Kei al probar la comida que con tanto cariño le ha preparado mi hijo.

- Bien, creo que ya es hora de irme – dice el novio de mi hijo levantándose de su asiento al terminar de comer.

- Te acompaño – dice Daiki.

- Yo también – digo caminando con ellos hasta la entrada de la casa.

- Fue un gusto por fin conocerlo Maruyama-san y lamento que nos haya encontrado en tan penosa situación – dice haciendo una reverencia.

- Disculpa aceptada, espero verte pronto por acá y mándale saludos a Keito.

- Muchas gracias, con gusto se los daré – sonríe – Dai-chan nos vemos mañana – dice para luego darle un beso en la mejilla a mi hijo.

- Hasta mañana Kei – dice Daiki sonriente y sonrojado.

Luego vemos como aquel chico se monta en el auto que ha dejado frente a nuestra casa, agitando su mano en modo de despedida, comenzando a conducir luego de darnos una última mirada.

- Papá ¿todavía estás enojado?

- Me molesta mucho que no me hayas hablado de esto tan importante.

- Lo siento mucho.

- Bueno, se ve que es un buen chico.

- Y de verdad lo es – dice Daiki mostrándome nuevamente una de sus deslumbrantes sonrisas, espero que siga sonriendo así siempre.


*Yuya*

Caminamos lentamente tomados de la mano, en silencio, disfrutando de la compañía del otro y puedo concluir por fin que sin duda amo a Yuri, más de lo que jamás hubiese podido imaginar.

- Espero que Ryutaro no haya llegado todavía – dice Yuri rompiendo con aquel silencio.

- Voy a enviarle un mensaje a Kota para preguntarle si ya llegó – digo sacando el celular del bolsillo de mi pantalón, escribiendo y enviando el mensaje rápidamente, siendo respondido casi con la misma velocidad – no ha llegado todavía, aquí dice que llamó a la casa para avisar que cenaría en la casa de un amigo.

- Que alivio – dice Yuri soltando un suspiro.

- ¿Sabes que haría este día aún más perfecto? – Pregunto deteniendo mi caminar.

- ¿Qué lo haría más perfecto? – Pregunta con un leve sonrojo en las mejillas, estoy seguro de que él sabe muy bien a que me refiero.

- Esto – digo al mismo tiempo que rodeo su cintura con mis brazos, elevándolo un poco para que su rostro quede más cerca al mío, para por fin besar esos labios que tantas veces he añorado besar, adentrando sin titubear mi lengua en aquella cavidad, iniciando una danza entre nuestras lenguas, terminando con él al notar que nuestros pulmones necesitaban del vital oxígeno.

- Vaya… eso fue intenso – dice Yuri sonriendo sonrojado.

- Lo siento si fui algo brusco – digo avergonzado – pero es que en verdad tenía unas ganas enormes de besarte.

- Ahora después de esto no me será fácil contenerme – dice volviendo a rozar sus labios con los míos.

- Yo tampoco, pero ya encontraremos la forma de hacerlo – acaricio su mejilla.

- Vamos rápido a casa, Ryu puede llegar en cualquier momento y no nos puede ver llegando juntos – asiento y vuelvo a apoderarme de sus labios con la misma pasión que antes, volviendo a quedar sin aire, nos tomamos nuevamente de las manos y seguimos con nuestro camino a casa.


*Ryosuke*

No es que me importe lo que él haga o no haga, pero por alguna razón me molesta verlo tan contento y más con un chico que ni siquiera conozco, de seguro ha de ser uno de sus nuevos compañeros del Instituto al que fue, venía caminando a casa después de una agradable tarde con mis amigos, encontrándome con la imagen de ver al que había sido mi mejor amigo abrazando a un completo desconocido para mí, quise pasar de largo pero mis piernas no se movían, viendo como finalmente aquel chico se sube a un taxi y se va del lugar y sin estar totalmente consciente de hacerlo, camino rápidamente hasta donde está él.

- Al parecer todo ese amor que me profesabas era mentira – digo repentinamente ¿a mi qué me importa que él sea así de cariñoso con otra persona?

- Ryo… digo, Nishikido-kun ¿me estabas espiando?

- ¿Espiándote yo? No seas tan iluso – digo en modo de burla.

- ¿Entonces por qué estás molesto? La última vez que hablamos me dijiste que no volverías a hablarme y que te importaba poco lo que sentía yo por ti – dice acercándose un poco más a mí.

- Yo no estoy molesto, es solo que… – digo retrocediendo un poco.

- ¿Qué es lo que te pasa conmigo? Ya me alejé de ti, inclusive cambié de Instituto para dejar de fastidiarte ¿ahora qué pretendes? ¿Qué me cambie de casa? – dice molesto.

- No sé ni porqué estoy hablando contigo – digo tratando de irme pero él me toma del brazo y me pone de espada contra las rejas de su casa.

- Ya creo entender lo que te pasa – dice acercando su rostro al mío – estás celoso – sonríe burlonamente, haciendo que me enoje nuevamente.

- No digas bobadas, eres… eres un tonto – digo para después empujarlo y correr rápidamente hasta mi casa, ni porque él fuera tan importante.


*Hikaru*

A pesar de lo que hablé con Uchi-san hace unas semanas no he podido conseguir el valor de encararme a Yokoyama-kun, cada vez que lo veo mi corazón late rápidamente y cierta parte de mi anatomía quiere erguirse, así que opto por salir corriendo.

- Hika-chan – dice melosamente aquel chico que se niega a salir de mi cabeza.

- ¿Por qué me llamas así? No te he dado permiso para hacerlo – digo tratando de sonar molesto, pero la verdad es que estoy pensando nuevamente en huir.

- Porque quiero, además, tu nombre es muy bonito – dice sonriente.

- Pues no deberías de tomarte confianzas que no te he dado.

- ¿Te caigo mal Hika-chan? - Dice haciendo un adorable puchero.

- Que… que no… me llames así.

- No – dice para luego acariciar mis labios con uno de sus dedos y luego alejarse sonriente del lugar, tengo que dejar de comportarme como un animalito indefenso ante él.


*Aiba Masaki*

- Aiba-san ¿tú crees que Maruyama-san aceptaría salir conmigo? – Pregunta Ohno-san.

- Pues no creo que se vaya a negar, igualmente ambos son amigos.

- Eso es verdad, pero es que no me refiero a salir de esa forma – dice nerviosamente, notando como un leve sonrojo se asoma por su rostro haciendo que casi escupa el café que estoy tomando.

- Dime que no es lo que estoy pensando.

- Pues si es lo que estás pensando.

- ¿Desde cuándo te gusta?

- Desde la Universidad, pero responde a mi pregunta.

- Olvídalo, eso no va a pasar – digo tomando otro sorbo de mi café.

- Soy tu amigo, deberías de darme ánimos.

- Y porque soy tu amigo, te soy sincero.

- Pues no me importa, trataré de que él acepte mis sentimientos – dice alejándose de donde yo estoy, ni en sus sueño podría ocurrir y yo no lo permitiré.


*Yokoyama You*

Estoy llegando tarde como siempre a la reunión de padres y maestros del Instituto en donde estudia mi hijo y no sé por qué, pero me siento un poco ansioso, como si algo importante fuera a pasar, pero trato de no ponerle mucha atención a eso, ha de ser por que en verdad estoy llegando tarde y me desespera ser así de incumplido.

- Papá, pensé que no llegarías – dice Keito preocupado.

- Lamento mucho la demora, pero surgió un imprevisto.

- Igual llegas justo a tiempo – dice tomándome del brazo – el profesor está atendiendo a cada alumno con sus padres individualmente, ya pronto será el turno de nosotros.

- Te ves muy emocionado.

- Es que estoy ansioso por que lo conozcas – dice alegremente.

- ¿Cómo se llama?

- Es un secreto – dice sonriente.

- ¿Por qué tanto misterio con eso?

- No lo sé, pero hazme caso – dice deteniéndonos frente a una puerta, viendo salir a tres personas de ahí.

- Yokoyama-kun, solo faltas tú – dice uno de los compañeros de mi hijo despidiéndose con una reverencia.

Entramos al salón viendo al profesor de espaldas borrando algo del tablero y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo al ver el rostro de aquel hombre al voltearse para vernos y sé muy bien que él está igual o peor que yo.

- Maru…

CONTINUARÁ...

5/10/15

Father's Love

Hola Hola :D

En verdad lamento mucho la demora, pero entre una cosa y otra aveces no logro poder escribir, pero ya por fin el día de hoy les traigo el capi 13 de este fic que tanto amo escribir, espero que les guste las ocurrencias que se me vienen a la cabeza >3< y como siempre este fic va dedicado a mi querida amiga Mari <3 te quiero mucho y gracias por sus lindos comentarios ;)



Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan


Capítulo 13

*Yuri*

Definitivamente ya no lo soporto más, tengo que hacer algo al respecto para tener más cercanía con mi Yuyan, no quiero que todo se quede en miradas y saludos, es que ni puedo enviarle mensajes de texto porque mi hermano me quita el celular y las notas que me manda Yuyan también me las confisca, no sé cómo es que permito que haga eso, quiero tener a Yuyan cerca de mí.

Estoy en la sala viendo televisión, aunque la verdad no le estoy poniendo mucha atención, también aquí está mi hermano leyendo un libro y mi hermanastro Kota estudiando para unos exámenes de la universidad y mi amado Yuyan había salido desde esta tarde y no ha llegado, al menos ver su hermoso rostro me da felicidad.

- ¿Para dónde vas? – Pregunta mi hermano quitando su mirada del libro que está leyendo.

- Voy al baño ¿es que tampoco puedo hacerlo?

- Te acompaño – dice levantándose de su asiento.

- No te molestes, puedo ir solo.

- Sé que puedes ir solo, pero no confío que en verdad vayas allá.

- Ryutaro, necesito que me hagas el favor de comprar unas cosas para la cena – dice mi Papá.

- Pero Yuri viene conmigo.

- Ryutaro ya estás muy grandecito como para tener que ir con tu hermano a todos lados, así que vas solo.

- Pero Papá…

- Pero nada, vas solo – dice de manera demandante dándole un pedazo de papel.

- Ya voy y tú no hagas nada estúpido – dice antes de salir molesto de la casa.


*Kota*

Si, por fin la oportunidad perfecta para hablar con Yuri a solas se me está presentando y no pienso desaprovecharla, así que me levanto rápidamente de mi asiento y tomo a Yuri de su brazo llevándolo hasta mi habitación.

- Kota, yo sé que soy muy lindo y que nadie se resiste a mi belleza, pero yo a quien quiero es a Yuyan.

- Eso ya lo sé y no estoy para nada interesado en ti.

- Entonces ¿para qué me traes a tu habitación?

- Tú también le gustas a mi hermano y como sabrás tu hermano el guardaespaldas no los deja quedarse ni un segundo a solas.

- ¿En verdad le gusto? – Pregunta con emoción.

- Si y me ha pedido que lo ayude para que puedan estar juntos, así que los ayudaré con lo que pueda.

- Gracias – dice para luego darme un fuerte abrazo – mañana saldré con Ryutaro y un amigo del Instituto, creo que a mi hermano no le molestaría en quedarse solo con él, así podría escabullirme y encontrarme con Yuya en algún sitio.

- ¿Y Ryutaro está interesado en ese chico? Bueno, no es que me importe ¿pero si crees que aceptará quedarse solo con él?

- No sé si esté interesado de esa manera, pero hablaré con Yuto para que le insista en quedarse con él, es difícil que mi hermano le diga que no.

- ¿Qué quieres que le diga a Yuya?

- Dile que me espere a las 3 de la tarde en la estación de Shibuya y que vaya muy guapo – dice sonrojado.

- Está bien, se lo diré – sonrío amablemente.

- En verdad muchas gracias – dice volviéndome a abrazar.

- No es nada, todo sea por la felicidad de ambos.

- ¡Yuri!

- Ya volvió – dice Yuri saliendo rápidamente de mi habitación, a partir de lo que pasara mañana trataría de distraer a Ryutaro para que mi hermano y Yuri puedan estar juntos más seguido.


*Keito*

Por fin llegó el día en el que conoceré al novio de mi hermano, por las fotos que he visto de él se ve que es muy lindo y me alegro mucho por Kei, ya que hasta donde yo sé aquel chico es la primera pareja que tiene.

- Keito tengo una mala noticia que darte – dice mi Papá con desilusión.

- ¿Qué pasó? – Pregunto preocupado, haciéndome una idea de que va a decir.

- Acabaron de informarme que tengo una reunión importante a la cual asistir hoy, así que no podré almorzar con ustedes y con las ganas que tenía de ver a Daiki – dice soltando un suspiro.

- ¿Y es muy importante?

- Si no lo fuera no habría ningún problema pero lamentablemente si lo es, saluda a Daiki de mi parte – dice Papá revolviendo mis cabellos que con tanto esfuerzo había peinado, lo abrazo fuertemente siendo correspondido por él, que con una cálida sonrisa se despide de mí.

Me dirijo hasta mi habitación acostándome sobre mi enorme cama, me siento un poco triste de que Papá no estará con nosotros hoy, pero ese es su trabajo así que no hay mucho que hacer, siempre he sido el niño consentido de la casa y en verdad que es agradable serlo, hasta Maru-sensei me consiente demasiado, en ocasiones me lleva dulces y es muy amable de explicarme cuando no entiendo algo, eso me hace tan feliz.

- Hikaru… - susurro su nombre dando vueltas sobre mi cama desordenándola por completo, me gusta demasiado ese chico, también quiero ser consentido por él.

- Joven Keito, el joven Kei y el joven Daiki lo están esperando en la sala de estar – grita Ayumi-chan fuera de mi habitación, así que rápidamente me acomodo la ropa y mi cabello y salgo corriendo hasta donde me están esperando.

- Onii-chan – abrazo primeramente a mi hermano y luego a su novio – eres mucho más lindo en persona – digo apretando suavemente sus mejillas.

- Keito no seas tan confianzudo con Daiki – dice mi hermano un poco molesto, así que haciendo caso a sus palabras me alejo de su adorable novio - ¿Dónde está Papá?

- Papá tuvo que salir urgentemente a una reunión.

- ¿En serio? – Dice desanimado el novio de mi hermano – yo quería verlo.

- Él también dijo lo mismo, así que te mandó saludes y que se siente muy apenado, pero era algo de vida o muerte.

- Dile que lo perdono – sonríe levemente.

- No los he presentado como se debe – dice de repente mi hermano interrumpiendo nuestra conversación – Dai-chan, él es mi hermano menor Keito.

- Yokoyama Keito, es un gusto conocerte Dai-chan – digo haciendo luego una reverencia.

- Keito, él es mi novio Daiki – dice mi hermano con orgullo, en verdad que está muy feliz.

- Maruyama Daiki, para mí también es un gusto cono…

- Espera un momento ¿Maruyama? ¿Daiki? – Pregunta totalmente sorprendido, Maru-sensei me había dicho días atrás que tiene un hijo llamado Daiki ¿acaso será posible?

- Sí, ese es mi nombre ¿hay algún problema? – Dice sonriendo nervioso, debí haberlo asustado con mi reacción.

- No, para nada ¿puedo preguntarte algo?

- Sí, claro.

- ¿De casualidad tu Padre se llama Maruyama Ryuhei? – Pregunto notando una expresión de sorpresa en su rostro.

- ¿Cómo sabes el nombre de mi Padre?

- Es que Maru-sensei es mi maestro de japonés en el Instituto al que asisto y a decir verdad ustedes se parecen mucho, debí de suponerlo antes.

- Entonces tú debes ser ese alumno del que tanto me comenta.

- ¿Maru-sensei te habla de mí?

- Si, aunque se le ha pasado decirme el nombre de su alumno – ríe divertido.

- ¿Eso quiere decir que Keito conoce a mi suegro y yo no? – Pregunta mi hermano desconcertado - ¿cómo es posible esto? Yo quiero conocerlo también.

- Pronto lo conocerás – dice Daiki tratando de tranquilizar a mi hermano.

- Jóvenes, el almuerzo está servido – Dice Ayumi-chan.

- Enseguida vamos – decimos al unísono, no puedo estar más feliz, no tan solo estoy conociendo al novio de mi hermano sino también al hijo de mi profesor favorito, pero supongo que esto tampoco debe saberlo mi Papá.


*Okura Tadayoshi*

Domingo en la tarde, los chicos no están y solo estamos mi adorable esposo y yo, solos, como hace mucho tiempo no lo estábamos. Me acerco lentamente a la cocina en donde se encuentra Yasu lavando los platos, así que me escabullo silenciosamente hasta quedar detrás de él y abrazarlo por la espalda sintiendo como su cuerpo de sobresalta por mi contacto.

- Me asustaste – dice ladeando un poco su rostro para verme.

- Lo siento – sonrío apegando un poco más mi cuerpo al suyo, sintiendo su dulce aroma recorrer mis fosas nasales, me puedo quedar un buen tiempo en esa posición – hace mucho que no estamos solos – susurro cerca de su oído, haciendo que su cuerpo se estremezca de nuevo.

- ¿Y hay algo que quieras hacer? – Dice nerviosamente al mismo tiempo que yo poso mi mano debajo de su delantal.

- Si es contigo, quiero hacerlo todo – digo haciendo que se voltee para así comenzar a besarlo apasionadamente, acomodo mis manos en su cintura y él rodea mi cuello con sus brazos, besándonos con más profundidad.

Lo tomo de las piernas levantándolo un poco, haciendo que ahora rodeara con éstas mi cintura, camino lenta y torpemente hasta acomodarlo sobre el comedor, le quito el delantal y comienzo rápidamente a desabotonar su camisa, besando y lamiendo la piel que queda descubierta, escuchando sus dulces gemidos…

- ¡VIEJOS DEGENERADOS! – Me detengo al escuchar ese grito, quedando atónitos al ver a Ryutaro - ¿Acaso se piensan que viven solos?

- Ryu ¿qué fue ese grito? – Llega Yuri, riendo divertido al ver ésta escena – esto es muy normal entre los esposos, no sé por qué te enojas Ryu.

- ¿Qué por qué me enojo? Para eso tienen su habitación.

- Pero vieras lo divertido que es tener sexo en otros lugares de la casa.

- Eres un…

- No se preocupen, solo volvimos por algo que se nos olvidó, continúen con lo que estaban haciendo – dice finalmente para llevarse casi a tirones a Ryutaro.

- Cre… creo que debería de seguir con mis labores – dice Yasu comenzando a abotonarse la camisa.

- Si, será lo mejor – digo ayudándolo a ponerse de pie, ahora no sé cómo voy a poder verlos a la cara.


*Shibutani Subaru*

- Con este mesero tan lindo van a llegar muchos clientes – digo viendo la cara sonrojada de mi amado.

- No digas tonterías Subaru, no es mi culpa que uno de ellos se enfermara, además siempre vienen muchos clientes cuando atienden Yuto y Ryosuke.

- Pero para mí tú eres el más lindo – digo acercándome a él para darle un dulce beso.

- Ojalá todos los clientes fueran como tú.

- Eso no me gustaría.

- ¿Por qué?

- Porque te besuquearías con todos y yo solo quiero que me beses a mí.

- Eres un tonto – me da un suave golpe en la cabeza con la bandeja que lleva en sus manos – me iré a trabajar, tú también deberías de hacer lo mismo – dice volviendo a juntar sus labios con los míos.

- Papá ¿puedo entrar? – Dice sorpresivamente mi hijo Yuto afuera de la oficina, haciendo que me separara estrepitosamente de mi beso con Ryo.

- Si, pasa – digo nerviosamente, viendo el rostro asustado de Ryo.

- Buenas tardes Nishikido-san, no sabía que estabas aquí,

- Buenas tardes Yuto-kun, yo ya me voy a atender los clientes – dice saliendo de la oficina rápidamente.

- Hola hijo, no esperaba verte por aquí hoy.

- Es que invité a dos amigos a almorzar acá y pues quisiera un pequeño descuento por ser tu hijo.

- No necesitas decirme eso, sabes que puedes pedir lo que quieras.

- Gracias Papá, me has salvado la billetera – sonríe.

- Hacía mucho tiempo no te veía sonreír así.

- Bueno, me voy a buscarlos, me han de estar esperando, gracias – dice abrazándome para luego irse, gracias al cielo no me vio en esa situación tan comprometedora.


*Yokoyama You*

- Yokoyama-sama, acaba de llegar esto para usted - dice mi secretaria entrando a mi oficina después de terminada la reunión, entregándome un sobre.

- Muchas gracias.

- De nada, con su permiso me retiro – dice para luego salir de la oficina.

Me quedo mirando el sobre por un buen tiempo, hacía unos días había pedido que investigaran sobre Maruyama Daiki, el novio de mi hijo y por fin tengo toda esa información en mis manos, pero tengo miedo y es una locura que haga esto, me siento como si fuera mi Padre.

- Yoko, tiempo sin verte – dice Aiba entrando a mi oficina, interrumpiendo mis pensamientos.

- Lo mismo digo ¿por qué no viniste a visitarme antes? – Pregunto guardando el sobre en uno de los cajones de mi escritorio, no pienso leer nada de lo que diga ahí, abrazo a mi amigo fraternalmente, desde que éramos pequeños siempre hemos sido muy unidos y eso hasta ahora no había cambiado, hasta le enseñé a mis hijos que se refirieran a él como su Tío.

- Es que tenía otros asuntos que atender, además vengo a darte una noticia.

- ¿Una noticia?

- La noticia es que dentro de dos semanas habrá reunión de padres y maestros en el Instituto y en verdad me urge que vayas.

- ¿Y viniste solo pa decirme eso?

- Claro que no, pero en serio, te suplico que no faltes.

- ¿Y por qué tanta urgencia?

- Solo haz lo que te digo.

- Está bien ¿Quieres ir a tomar algo?

- Por supuesto que sí, tenemos muchas cosas de que hablar – sonrío y salgo junto con mi mejor amigo de la oficina, no sé por qué tanta insistencia con que vaya a la reunión, pero él siempre ha sido así, es un poco exagerado para decir las cosas.


*Yuto*

- Es la primera vez que venimos al Restaurante de tu Papá ¿estás seguro de que podemos pedir lo que queramos?

- Claro que sí, de que no sea todos los días está bien – sonrío.

- Muchas gracias por la invitación – dice Ryu.

Luego de unos minutos llegó la comida a la mesa, empezando los tres por fin a comer, me siento tan feliz de estar con ellos, siempre me sacan una sonrisa con sus discusiones y ocurrencias, haciéndome olvidar en ocasiones a Ryosuke.

- Ya vengo – dice Ryutaro levantándose de su asiento e ir directo a los baños.

- Yuto, necesito que me hagas un favor – dice Yuri apenas y su hermano se fue.

- Dime.

- Es que quedé de encontrarme con Yuyan a las 3 y…

- ¿Tu hermanastro?

- Si y quiero que me ayudes, fingiré que quedé de encontrarme con un amigo y quiero que tú le insistas a Ryutaro para que se quede contigo – dice de manera suplicante.

- Veré que puedo hacer.

- ¿De qué tanto hablan? – Pregunta Ryutaro volviendo a tomar asiento en su lugar.

- Es que Yuri me estaba comentando que se encontrara con un compañero más tarde.

- ¿Compañero? ¿Cuál compañero?

- Deja de preguntar todo, es que tengo que hacer un trabajo importante en equipo con él.

- Pues yo te acompañaré.

- No te preocupes, no es lo que tú piensas – dice Yuri muy serio.

- Quédate conmigo Ryu, no pensarás dejarme solo ¿cierto?

- Bueno, solo porque tú me lo pides, además si es por un trabajo es mejor que vayas Yuri.

- Gracias hermanito – dice Yuri abrazando a su hermanito, no es que me guste mentir, en verdad veo que a Yuri le gusta ese chico y no dudaré en ayudarle.


*Yuya*

Ya son las 3 de la tarde y me encuentro en la entrada de la estación de Shibuya esperando a mi querido Yuri, me siento muy ansioso ya que es la primera vez en la que estaremos solos los dos y en verdad que no sé qué hacer, me pone muy nervioso el pensar siquiera en tomar su mano o abrazarlo, es que es tan lindo. Le agradezco a mi hermano todo lo que hace por mí, tendré que compensarlo de alguna manera, sin duda es el mejor hermano mayor del mundo.

- Yuyan – escucho una voz a lo lejos, es su voz.

- Yu… Yuri – digo entrecortadamente, pero que guapo se ve hoy.

- ¿Esperaste mucho?

- No, acabo de llegar – mentira, llegué hace media hora.

- Que bien ¿vamos? – dice agarrándose de mi abrazo.

- ¿A dónde quieres ir? – Pregunto totalmente embobado por estar tan cerca de él.

- Ya que acabo de almorzar quiero ir por un postre – dice dulcemente – así que a una heladería está bien.

- Lo que tú quieras, Yuri – digo comenzando a caminar junto con él, de seguro este será un gran día.


*Kei*

- Muchas gracias por todo Keito, espero verte pronto – dice Daiki abrazando a mi hermano.

- Será un placer – dice sonriente.

- Dai-chan ¿quieres que te acompañe? Ya es un poco tarde.

- ¿No será mucha molestia?

- Nada que tenga que ver contigo será una molestia para mí – digo dándole un corto beso.

- Kei ¿puedo hablar contigo un momento?

- Sí, claro, Dai-chan espérame en la entrada – digo viendo como mi novio asiente y se va rápidamente.

- ¿De qué quieres hablar?

- Solo quiero decirte que no le digas a Papá que Dai-chan es hijo de mi profesor.

- ¿Por qué? – Pregunto confundido, que tenía de malo en decírselo.

- Yo tampoco entiendo el por qué pero me lo dijo mi Tío Aiba.

- ¿Tío Aiba te dijo eso? – Asiente – bien, si Tío Aiba lo dice será mejor obedecerlo, nos vemos más tarde – digo despidiéndome de mi hermano. Luego de salir de la mansión nos fuimos en mi auto hasta llegar a su casa.

- Kei ¿quieres quedarte conmigo un ratito más? – Dice Daiki melosamente.

- Eso no se pregunta – digo tomándolo entre mis brazos, entrando juntos a su casa, llegando hasta la sala y posteriormente acostarlo sobre el sofá de ésta, besándolo con algo de desesperación, siendo correspondido de la misma manera.

- ¿Pero qué está pasando aquí? ¿quién eres tú y que le estás haciendo a mi hijo?

CONTINUARÁ...