30/11/17

Father's Love

Hola muy buenas noches 😊
Hago esta entrada rapidita para publicar el capítulo 38 de este hermoso serial 💖
Este capítulo y el 39 serán dedicados al cumpleaños de Maru-chan, Yuri y Hikaru 😉
Espero les guste y como siempre este fic va dedicado a mi querida amiga Mari 😘


Tema: Father's Love
Extensión: Serial
Parejas: Varias 
Autora: Akari-chan

Capítulo 38

*Shibutani Subaru*

Nos separamos bruscamente al escuchar la voz de mi hijo, quién se encuentra entre el marco de la puerta, mirándonos con sus ojos totalmente abiertos, llenos de sorpresa.

- ¡Yuto no es lo que parece! – Dice Ryo rápidamente con una notable angustia en su rostro.

- ¿No es lo que parece? Pues yo vi muy claramente que se estaban besando- dice cruzándose de brazos, mirándonos con desaprobación.

-  Nosotros…

- Lo siento hijo – digo antes de que Ryo dijera algo, tomando dulcemente su mano, pienso que ya no tiene caso el seguir ocultándolo – en verdad no quería que te enteraras de esta manera.

- ¿Enterarme de qué? ¿De qué son amantes?

- Podemos explicarlo – digo armándome de valor para decir lo que siento, aunque la angustia también empieza a consumirme, no pensé que Yuto lo fuera a tomar así.

- Entonces explíquenme – dice sin apartar su vista de nosotros.

- Ryo y yo hemos estado enamorados desde niños – digo mirando dulcemente a mi amado.

- ¿Han sido amantes desde entonces?

- No, de hecho comenzamos nuestra relación cuando me divorcié de tu madre – suspiro – ya no podía soportar el estar sin él y quise arriesgarme, quise saber si él correspondía a mi amor y fue en verdad maravilloso cuando fui aceptado – digo dándole un dulce beso en la mejilla.

- ¿Entonces tío Ryo se divorció por ti? – Asentimos – vaya que problema – dice cambiando su semblante a uno más sereno – la verdad es que… - Sonríe – siempre he pensado que ambos se ven muy lindos juntos.

- ¿¡Eh!?- Exclamamos ambos al unísono, sintiendo un gran peso quitarse de encima, ¿Es en serio lo que está diciendo mi hijo?

- Desde un tiempo para acá he notado que la relación entre ustedes iba mucho más allá de una amistad, pero al final terminaba pensando que solo era eso, una amistad y muy fuerte – sonríe.

- ¿No estás enojado? – Pregunto todavía incrédulo.

- Claro que no, en verdad estoy muy feliz por ustedes – dice acercándose para abrazarnos fuertemente.

- Gracias hijo.

- Aunque creo que a Ryosuke no le va a gustar esto…

- Eso es seguro – suspira Ryo entristecido.

- Sé que quizás será difícil pero algo haremos para que lo acepte y yo me encargaré de eso – dice Yuto animadamente, volviendo a abrazarnos - por cierto, yo también tengo algo muy importante que decirles – dice ya tornándose algo serio.

- ¿Sobre qué? – Preguntamos ambos un poco preocupados por su expresión.

- Bueno… No sé cómo decirlo… - Dice bajando la mirada y sonrojándose un poco, creo que puedo hacerme una idea de lo que quiere decir.

- ¿Estás con Ryosuke verdad? – Pregunto viendo como mi hijo asiente con su rostro todavía más rojo, ante la mirada sorprendida de mi amado.

- ¿Están cómo? – Pregunta mi amado todavía sin entender.

- Somos novios – dice nervioso, agachando su cabeza, quizás esperando una mala reacción de nuestra parte, pero en vez de eso, sonreímos como padres orgullosos.

- Que noticia más maravillosa – dice Ryo abrazando a mi hijo con fuerza – ustedes se ven muy lindos también.

- Gracias.

- Espero que en su relación todo vaya muy bien – digo abrazándolo también.

- Tenemos que celebrar esto – dice mi hijo con una gran sonrisa en el rostro, volviéndonos a abrazar.


*Yokoyama You*

- Papá debemos de hacer algo para el cumpleaños de Maru-sensei – dice Keito emocionado – de seguro se pondrá muy feliz.

- De verme a mí quizás no.

- Pero me dijiste que se habían besado y que no te golpeara es un gran avance.

- Sí pero…

- Pero nada, no podemos permitir que Ohno-san se salga con la suya, se le nota a leguas que le gusta Maru-sensei.

- Lo sé y en verdad que me enfurece mucho, pero aunque tu plan suene descabellado, en verdad tienes razón.

- ¿Cómo es eso de que Maruyama-san y tú se han besado? – Pregunta mi hijo mayor entrando a mi estudio junto con su novio, con sus rostros llenos de confusión.

- ¿Hay algo que debamos saber? – Pregunta ahora Daiki.

- ¿Y ustedes qué hacen escuchando por detrás de la puerta? Yo no te he criado para escuchar conversaciones ajenas.

- Pues íbamos pasando y de repente escuchamos el nombre de mi papá…

- ¡Pero no nos cambien el tema! – Dice Kei ya un poco molesto.

- Primero tienes que calmarte – digo ya serio – pensaba en decírtelo en un momento más idóneo, pero ya que insistes y aprovechando que Daiki está también, creo que ya no hay motivo para ocultarlo.


*Murakami Shingo*

- Vamos Hina, creo que este sería un regalo perfecto para Hikaru – dice Uchi-san mirando el objeto que se ve por la vitrina de aquella tienda.

- Sí, pero es muy caro, yo no quiero pagar tanto por eso.

- Pero ya te he dicho que lo pagaremos entre ambos.

- Pero aun así es costoso.

- Es verdad lo que dice Hikaru, eres muy tacaño – dice con una risa burlona.

- No soy tacaño, solo gasto en lo necesario y esto que quieres que compremos ya me parece un abuso.

- Pero a Hikaru le encantará.

- Pero es muy caro.

- Pero a Mii-chan si le has comprado de todo.

- Pero eso es diferente, en ella no hay que invertir tanto.

- Por favor Hina – dice haciendo pucherito, de esos que tanto me gustan.

- Está bien, en verdad que se lo merece, este año no entiendo que fue lo que le pasó que se ha convertido en un estudiante ejemplar y eso me enorgullece.

- Muchas gracias – dice abrazándome dulcemente, besando mi mejilla, entrando ambos a la tienda.


*Daiki*

- Así que… Era por eso – digo tratando de asimilar todo lo que había escuchado esa noche, sintiendo tristeza por todas las cosas que habían tenido que sufrir ellos al estar separados.

- Con razón no quería que Daiki y yo estuviéramos juntos – suspira mi novio – de cierto modo piensa que yo le haré lo mismo a Dai-chan, dice sujetando suavemente mi mano.

- Así que quiero disculparme con ambos, porque por mi culpa su relación no ha sido completamente aceptada por Maru – digo haciendo una leve reverencia.

- No te preocupes papá, entendemos que fue una decisión muy difícil para ti, si yo hubiese estado en la misma situación, creo que hubiese hecho lo mismo, el abuelo era un tirano.

- Gracias hijo.

- Y cuenten con nosotros para lo que necesiten – digo animadamente.


*Maruyama Ryuhei*

- Papá, ¿quieres que vayamos a cenar en tu cumpleaños? – Pregunta mi hijo al sentarse junto a mí en el sofá.

- ¿Cumpleaños? Pero si falta… - Comienzo a hacer cuentas, sorprendiéndome de que en verdad estamos a pocos días de él – es el domingo – digo pensando en que por esa razón fue que Ohno-san me pidió salir con él.

- ¿Te habías olvidado de tu cumpleaños?

- Eso parece… - Estúpido Kimitaka, por estar pensando en él se me había olvidado eso tan importante.

- ¿Y está bien si preparamos una cena especial para ese día? – Dice animadamente.

- Bueno, ese día tengo una salida con Ohno-san así que para la cena podemos estar juntos – digo sonriente.

- Está bien, le diré a Kei para que asista también.

- ¿No podemos cenar los dos solos? Últimamente pasas más tiempo con él que conmigo – digo haciendo un puchero.

- Pero tú también pasas más tiempo con Keito y no te he dicho nada – dice haciendo un puchero también, riendo al vernos así – Keito también está invitado.

- Está bien, creo que un cumpleaños se disfrutar mejor en compañía – digo sonriente, recibiendo un abrazo por parte de mi hijo.


*Maruyama Ryuhei*

- Feliz cumpleaños Maruyama-san – dice Ohno-san al llegar al lugar de nuestro encuentro, en la cafetería de siempre, llevando consigo una pequeña caja entre sus manos.

- Feliz cumpleaños Ohno-san – digo haciendo una reverencia – pero yo no te he traído regalo – digo un tanto apenado.

- No te preocupes, con tu presencia en este día tan especial es más que suficiente – sonríe.

- Pero tú si me has traído.

- Ya te he dicho que no pasa nada, entremos que está comenzando a hacer frío.

- Si – digo entrando ambos en la cafetería, acomodándonos en la mesa que queda junto a la ventana.

- Primero que todo, lamento mucho el incidente de hace unos días, no pretendía ser grosero – dice Ohno-san inclinando un poco su cabeza en modo de disculpa.

- Te disculpo, pero no lo vuelvas a hacer, Keito es como un hijo para mí – digo todavía un poco molesto, no me gusta que traten así a uno de mis pequeños.

- Lo siento – dice notablemente apenado – abre el regalo.

- En verdad no debiste molestarte.

- No es molestia – dice mientras abro con cuidado la cajita, viendo un bonito reloj dentro.

- Que hermoso – digo maravillado de verlo – gracias, pero cuando pueda te compraré un regalo.

- Está bien – sonríe.

- ¿Desean pedir algo? – Pregunta la adorable mesera.

- Por ahora quiero una gran taza de chocolate caliente – digo tiritando un poco del frío.


*Yokoyama You*

- Keito, en verdad sigo pensando que esto no es buena idea – digo caminando junto con mi hijo por las calles de la ciudad, buscando el lugar en el que se encontraría Maru-chan con el cara de pez.

- Es que el Rector no me cae bien que digamos y puedo jurar que le gusta Maru-sensei.

- Entiendo – suspiro – ¿y es necesario que Aiba venga también? – Pregunto girando un poco mi rostro, viendo a mi amigo caminar a unos metros detrás de nosotros, vestido completamente de negro como la vez anterior.

- Nos será de mucha ayuda por si se complica la situación.

- ¿Y por qué tendría que complicarse?

- No te alteres, confía en mi – dice haciendo un guiño con su ojo derecho.

Seguimos caminando hasta llegar a una pequeña cafetería, notando por el gran ventanal de ésta a mi querido Maru-chan, tan bello y sonriente como me gusta contemplarlo, aunque quisiera que solo esa sonrisa me la dedicara a mí.


*Maruyama Ryuhei* 

- Ohno-san…

- ¿Sí?

- ¿Por qué en este día tan especial has querido pasarlo solamente conmigo? No me malinterpretes pero pienso que hay personas mucho más interesantes que yo. – digo un poco apenado por lo que estoy diciendo, espero y no lo tome a mal.

- Es que eres especial – dice mirándome fijamente – para mí nadie es tan maravilloso y divertido como tu…

- ¡Maru-sensei! ¡Feliz cumpleaños! – Dice de repente Keito, abalanzándose sobre mí para abrazarme.

- Gracias Keito – sonrío – pero ¿qué haces por aquí?

- Feliz cumpleaños Maruyama-san – dice Kimitaka acercándose a la mesa en donde estamos, haciendo latir mi corazón fuertemente.

- ¡Feliz cumpleaños a ambos! - Llega Aiba-san con un traje bastante colorido, como si fuera a ir a un carnaval.

- ¿Tú también? – Pregunta Ohno-san algo fastidiado.

- Discúlpame Maruyama-san, pero me voy a llevar a Ohno-san – dice alegremente.

- Yo no quiero ir contigo a ningún lado y menos vestido así.

- Pero te va a encantar la sorpresa que te hemos preparado en casa de Ninomiya-san.

- Pero yo no quiero…

- Vamos, será divertido – dice comenzando a llevárselo casi a rastras – nos vemos mañana en el Instituto, que pasen buen día – dice saliendo de la cafetería y subiendo rápidamente a un taxi junto con Ohno-san.

- Aiba tan exagerado como siempre – dice Kimitaka avergonzado.

- Ya vengo, voy al baño – dice Keito yendo rápidamente hacia él.

- ¿Esto es idea tuya? – Susurro molesto, a lo mejor todo esto es a propósito para amargarme el día.

- Claro que no, ya sabes cómo es Keito y en cuanto te vio cruzó la calle corriendo.

- ¿Por qué siempre tienes que aparecer cuando estoy con Ohno-san?

- Porque me pone celoso verte con él.

- Pues no deberías de celarme, no somos nada.

- Pero podríamos volver a serlo todo – dice mirándome con una calidez que no había visto en mucho tiempo – por hoy, olvídate de todo y disfruta de éste día como si no te hubiese causado tal tristeza. 

CONTINUARÁ...